El Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación de Ibagué, IMDRI, se permite informar a la comunidad lo suscitado en la obra del Complejo Acuático de la Unidad Deportiva de la Calle 42.
En primer lugar, es de aclarar que la intervención de la piscina en la parte interna no fue contemplada durante este proceso de construcción y adecuación del escenario Complejo de Piscinas de la Unidad Deportiva, toda vez que allí, en el año 2015 durante la realización de los XX Juegos Deportivos Nacionales y IV Paranacionales, se desarrollaron pruebas en este escenario, las cuales fueron avaladas por la Federación Colombiana de Natación.
“Allí se registraron marcas y se desarrollaron diferentes pruebas relacionadas con estas competencias, cuando hicimos el peritaje con la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), nos determinaron que la piscina fue recibida, se utilizó para juegos y como fue avalada por la federación no había razón para intervenirla en la parte interna”, dijo al respecto el arquitecto Edwin Niño, supervisor del IMDRI para este contrato.
Además, según el funcionario, lo que sí pudo determinar la SCI es que la piscina contaba con filtraciones, sobre todo en la parte de unión entre el vaso de la piscina y las playas, especialmente en los andenes perimetrales a la piscina. Esto quedó dentro del alcance y era la revisión de estas filtraciones las cuales se debían proceder para reparación.
El arquitecto también agregó que: “En ese sentido se hizo la extracción del agua de la piscina olímpica y cuando se culminó esta actividad notamos que había mucho enchape o azulejo suelto y se caía fácilmente, sin hacerle mayor esfuerzo.”
Por otro lado, también se pudo determinar que la poliuria, que es el impermeabilizante que se utiliza y va entre el muro de concreto de la piscina y el azulejo también estaba mal instalado y había sufrido cambios dentro de la instalación provocando que el azulejo se soltara.
“Debemos ser claros en que ya se ha venido trabajando y se le ha solicitado a los contratistas un informe sobre lo sucedido y son ellos quienes deben determinar qué fue lo que aconteció con este retiro”, agregó Niño.
Vale la pena resaltar que el Instituto le solicitó al contratista a través de la Interventoría que no ejecutara intervenciones dentro de la piscina hasta no poder constatar y poder determinar los costos. “Ya solicitamos esta valoración técnica para poder tomar una determinación en la piscina como tal”, refirió el arquitecto.
Es de resaltar que el proceso de ejecución de la obra fue publicado en la plataforma SECOP II y fue de público conocimiento que la intervención de la piscina no se contemplaba. Además, en las socializaciones que se hicieron durante el ajuste al diseño con veedurías, deportistas y comunidad en general se expuso en su totalidad la obra que se ejecutaría.
Finalmente, respecto a la cifra que se ha manejado en diversos medios de comunicación para referirse a una posible adición de este contrato, se recalca que se solicitó tanto al contratista como a la interventoría un balance que aún no se encuentra aprobado definitivamente.
“Estamos trabajando en esto, pero aún no tenemos una cifra real del costo y existe una especulación en este sentido”, agregó el arquitecto Niño.
